This panel is built as a convergence of various governmental, regional and local movements of feminists, women's movements and dissidents. It is intended to be carried out as a dialogue and as a coffee room, to reflect on the contributions that women make to build other possible worlds, challenges and proposals.
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Este panel se construye como convergencia de diversos movimientos goblales, regionales y locales de feministas, movimientos de mujeres y disidencias. Se pretende llevarlo a cabo a manera de diálogo y sala café, para reflexionar en torno a los aportes que las mujeres hacen para construir otros mundos posibles, los desafíos y propuestas.
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VenueNepal Tourism Board (06:00 pm - 08:00 pm)
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Cultural activityNo
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Duration120 Minutes
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Get in touchPor correo
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Modalityphysical and virtual
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Language
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Other LanguageN/A
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Contact Whatsapp
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Modality Link
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Name:Ciranda Net
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Name:WOREC
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Gender, Sexuality, and Identities and Gender Based Violence
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Women, Children, Youth, Adolescents, Aging people and Persons with Disabilities
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Social Movements, Civic Space and Future of World Social Forum
GLOBAL DIALOGUE FEMINISMS, WOMEN'S MOVEMENTS AND DIVERSITIES.
In recent times, feminist, women's and diversity movements have been at the forefront of the struggle for a dignified life, to defend our bodies and territories, for the recognition of the ancestral, capitalist and patriarchal exploitation to which we have been subjected, as well as the need for justice for all.
In the framework of the WSF in Mexico in 2022 we point out from the Assembly of Feminisms that "war is the most nefarious attack on life. Its trail of destruction rages against peoples, especially against women who assume the care of their families and communities in the midst of all kinds of deprivation, exodus and forced migration, and who are exposed to exacerbated violence.
Declared and undeclared wars, invasions, occupations continue in different parts of the planet, without the 'world powers' deploying the necessary initiatives and efforts for negotiated solutions towards peace. We see today, on the contrary, an escalation of militarism and armament that expresses geopolitical and corporate interests, at the cost of global effects of high inflation, increased food insecurity with risk of famine, energy crisis, additional cuts in public health and education, all of which worsens the living conditions of women and peoples, and deteriorates the environment exponentially.
We say No to War, on all continents. No to NATO policies aimed at the control of the planet with the predominance of North American corporations. No to colonial agreements that devastate the lives of women and peoples in the occupied territories.
We stand in solidarity with the Palestinian people and particularly with Palestinian women, who face multiple violence in the context of the blockade and occupation of their territories and the policies of the apartheid regime and genocide imposed by the State of Israel. We salute and embrace the historic resistance of Saharawi women and their cry for freedom against all forms of colonial oppression. We stand with the women in Ukraine, with the Kurdish women and people, with the territorial organizations of Colombia and their leaders who face systematic elimination; we stand with all women who struggle and resist.
We denounce the impact of the perverse alliance between patriarchy, colonialism and capitalism, which manifests itself in the invasion of bodies and territories. The pandemic reality showed the close relationship between the spread of Covid and a productive model based on deforestation, extractivism, agro-toxics, genetically modified seeds, 'poisoned' food, water pollution, uncontrolled waste generation, invasive digital technologies, delocalization of production and trade.
The priority is to meet the basic needs of housing, education, basic income, health, for all, for which a social consensus is imposed around the imperative to tax the big fortunes and go towards alternative forms of economic reactivation, which includes redefining the socially necessary jobs and those biocidal jobs that will have to be reconverted into a new scheme of work and production with ecofeminist keys.
We reaffirm that the care of life constitutes the core and meaning of the economy. The contributions of women, given despite the injustices of the sexual division of labor and devaluation, have been crucial to sustain the life of societies and nature, to face the devastation of capital. It is time to assume care from equality and solidarity.
We underline the strategic importance of local production, of our own response capacity based on socio-productive networks, solidarity and complementarity. For this, the recognition and protection of the territories of native peoples and communities is indispensable.
Patriarchal violence fills us with pain and indignation. Sustained feminist struggles have led to achievements in the formal recognition of rights, to changes in certain cultural patterns, but a conjunction of old forms of male domination with updated patriarchal designs, even technologized, result in an escalation of femicide, rape, harassment of women, girls and sexual dissidence, amid impunity and even complicity."
DIÁLOGO GLOBAL FEMINISMOS, MOVIMIENTOS DE MUJERES Y DIVERSIDADES.
En los últimos tiempos, los movimientos feministas, de mujeres y diversidades hemos estado en la vanguardia para luchar por una vida digna, por defender nuestros cuerpos y territorios, por el reconocimiento de la explotación ancestral, capitalista y patriarcal de la que hemos sido objeto, así como por la necesidad de justicia para todxs.
En el marco del FSM en México en el 2022 señalamos desde la Asamblea de los Feminismos que “la guerra es el más nefasto ataque a la vida. Su estela de destrucción se ensaña con los pueblos, especialmente con las mujeres que asumen el cuidado de sus familias y comunidades en medio de toda clase de privaciones, del éxodo y migración forzosa, y que están expuestas a violencias exacerbadas.
Guerras declaradas y no declaradas, invasiones, ocupaciones se mantienen en distintos puntos del planeta, sin que los ‘poderes mundiales’ desplieguen las iniciativas y esfuerzos necesarios para salidas negociadas hacia la paz. Vemos hoy, por el contrario, una escalada militarista y armamentista que expresa intereses geopolíticos y corporativos, a costa de efectos globales de alta inflación, aumento de la inseguridad alimentaria con riesgo de hambrunas, crisis energética, recortes adicionales de la salud y educación públicas, todo lo cual empeora las condiciones de vida de las mujeres y los pueblos, y deteriora el ambiente de manera exponencial.
Decimos No a la Guerra, en todos los continentes. No a las políticas de la OTAN dirigidas al control del planeta con predominio de las corporaciones norteamericanas. No a los acuerdos coloniales que arrasan con las vidas de las mujeres y pueblos en los territorios ocupados.
Somos solidarias con el pueblo palestino y particularmente con las mujeres palestinas, que enfrentan múltiples violencias en el contexto de bloqueo y ocupación de sus territorios y de las políticas del régimen de apartheid y genocidio impuesto por el Estado de Israel. Saludamos y abrazamos la histórica resistencia de las mujeres saharaui y su grito de libertad contra todas las formas de opresión colonial. Estamos junto a las mujeres en Ucrania, junto a las mujeres y el pueblo Kurdo, junto a las organizaciones territoriales de Colombia y sus lideresas que afrontan la eliminación sistemática; estamos junto a todas las mujeres que luchan y resisten.
Denunciamos el impacto de la perversa alianza entre patriarcado, colonialismo y capitalismo, que se manifiesta en la invasión de cuerpos y territorios. La realidad pandémica mostró la estrecha relación entre la propagación del Covid y un modelo productivo basado en la deforestación, el extractivismo, los agro tóxicos, las semillas genéticamente modificadas, la comida ‘envenenada’, la contaminación del agua, la generación incontrolada de desechos, las tecnologías digitales invasivas, la deslocalización de la producción y el comercio.
La prioridad es atender las necesidades básicas de vivienda, educación, ingresos básicos, sanidad, para todas/os, para lo que se impone un consenso social en torno al imperativo de gravar a las grandes fortunas e ir hacia formas alternativas de reactivación económica, lo que incluye redefinir los trabajos socialmente necesarios y aquellos trabajos biocidas que tendrán que reconvertirse en un nuevo esquema de trabajo y producción con claves ecofeministas.
Reafirmamos que el cuidado de la vida constituye el núcleo y el sentido de la economía. Los aportes de las mujeres, entregados pese a las injusticias de la división sexual del trabajo y a la desvalorización, han sido cruciales para sostener la vida de las sociedades y de la naturaleza, para encarar la devastación del capital. Es hora de asumir los cuidados desde la igualdad y la solidaridad.
Subrayamos la importancia estratégica de la producción local, de la capacidad de respuesta propia basada en redes socio productivas, en la solidaridad y la complementariedad. Para eso es indispensable el reconocimiento y protección de los territorios de los pueblos y comunidades originarias.
La violencia patriarcal nos llena de dolor e indignación. Las sostenidas luchas feministas han llevado a logros en el reconocimiento formal de derechos, a cambios en ciertos patrones culturales, pero una conjunción de viejas formas de dominio masculino con diseños patriarcales actualizados, hasta tecnologizados, dan como resultado una escalada del feminicidio, la violación, el acoso a las mujeres, a las niñas y las disidencias sexuales, en medio de impunidad y hasta complicidad.”